Dios está moldeándonos y quizás tu sientas que él trabaja duro como el herrero en el hierro o suave como el orfebre en el oro, pero una cosa es segura, él está haciendo algo bello y único en cada uno de nosotros. En las manos de Dios es donde mejor estamos, déjate moldear por Dios y tu futuro será próspero!
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